MIAMI 12 DE JUNIO DE 2020, —Lo que está ocurriendo en la ciudad de Seattle es una vergüenza para el país y para los oficiales electos de esa ciudad que apoyan la situación creada por un grupo de sujetos que bajo la bandea de justicia y la brutalidad policiaca contra los negros, han ocupado varias calles de la ciudad y la han declarado Zona Autónoma de la colina del Capitolio.
El área alrededor del recinto está ahora ocupada por los manifestantes, la policía abordó el edificio de la policía del distrito en el barrio de Capitol Hill y lo dejó desocupado durante las protestas por el asesinato policial de George Floyd en Minneapolis.
Los manifestantes también han colgado carteles en el distrito del este, algunos de los cuales leen “Seattle People Department” y “The Property of the People”.
De acuerdo con la Jefa de Policía de Seattle, ella no está de acuerdo con la orden dada por la alcaldesa demócrata y apoyada por el resto de los oficiales electos también demócratas, por su parte la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, dice que la ciudad no aceptará tropas federales para sacar a los manifestantes, “la amenaza de invadir Seattle – para dividir e incitar a la violencia en nuestra ciudad – no sólo es inoportuno, sino que sería ilegal”, dijo Durkan en una conferencia de prensa ayer jueves, y añadió que la mayoría de las protestas han sido pacíficas, sin embargo se vio a los líderes del movimiento armados con rifles y otros tipos de armas
Sus declaraciones son en respuesta a los tweets del presidente Donald Trump más temprano en el día, que dijo:
“Recupera tu ciudad AHORA. Si no lo haces, lo haré”.
Pero Durkan respondió diciendo: “Una de las cosas que este presidente nunca entenderá es que escuchar a la comunidad no es una debilidad. Es una fuerza”.
Y ese suceso ocurriendo en Seattle nos recuerda la situación creada en el año 1993 durante la presidencia de Clinton en que el FBI atacó a la rama de los davidianos liderados por David Koresh.
Fue un ataque conjunto del FBI, ATF y la policía tejana entre el 28 de febrero y el 19 de abril de 1993.
La Rama de los Davidianos fue una secta dirigida por David Koresh que estaba asentada en el unos terrenos en Mount Carmel, en la comunidad de Elk, Texas, a unas nueve millas del este-noreste de Waco. Esta Rama de los Davidianos o Branch Davidians (1955) se separó de otro grupo inicialmente llamado La Vara del Pastor
Debido a sospechas de transgresiones con armas, la ATF organizó una búsqueda y orden de arresto al grupo.
El 28 de febrero de 1993 a las 9:45 AM, la Agenica de Tabacos, Alcohol y Armas de Fuegos intentó ejecutar una orden de allanamiento relacionada con presuntos cargos de abuso sexual y violaciones ilegales de armas La ATF intentó abrir una brecha en el complejo durante aproximadamente dos horas hasta que sus municiones se agotaron.
Cuatro agentes de la ATF (Steve Willis, Robert Williams, Todd McKeehan y Conway Charles LeBleu) fueron asesinados y otros 16 agentes resultaron heridos durante la redada. Los cinco Davidianos de la Rama muertos en la incursión de las 9:45 a. m. fueron Winston Blake (británico), Peter Gent (australiano), Peter Hipsman, Perry Jones y Jaydean Wendell; dos a manos de los propios Davidianos de la Rama.
El 19 de abril de 1993, el FBI se preparó para un asedio final del complejo utilizando armas de gran calibre como fusiles calibre .50 (12.7 mm) y vehículos blindados de combate de ingeniería (CEV) para combatir a la Rama de los Davidianos fuertemente armados. El FBI intentó usar gas lacrimógeno para expulsar a los Davidianos sin derramamiento de sangre.
Alrededor del mediodía, tres incendios estallaron simultáneamente en diferentes partes del edificio. El gobierno sostiene que los incendios fueron iniciados deliberadamente por los Davidianos.
Algunos supervivientes de los Davidianos sostienen que los incendios comenzaron accidental o deliberadamente por el asalto.
De los 85 Davidianos en el complejo cuando comenzó el sitio final, 76 murieron el 19 de abril de varias maneras, desde la caída de escombros a los efectos sofocantes del fuego, o por herida de bala de otros miembros de la secta. El asedio duró 51 días.
El asalto final fue ordenado por la entonces Secretaria de Justicia de Clinton Janet Reno.
Algo similar pudiera ocurrir con esta banda de delincuentes que usando la bandera de la justica para los afroamericanos vandalizan roban y ocasionan problemas en las ciudades de la nación.