MIAMI 13 DE AGOSTO DE 2015, nhr.com–Banderas cubanas son más visibles que nunca estos días en los alrededores del edificio en La Habana donde se reabrirá próximamente la embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba.
Este será el panorama que recibirá al secretario de Estado, John Kerry, quien llega este viernes para presidir este histórico evento después de medio siglo de discordia entre ambas naciones.
La reapertura de embajadas es un paso más en la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, pero todavía queda un buen trecho por recorrer.
En la primera semana de setiembre, el presidente Barack Obama tendrá que decidir por ejemplo, si Cuba debe seguir siendo catalogada como país “enemigo” otro año más.
Esto supondría que se continuaría aplicando la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, que otorga al presidente la facultad de imponer sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier otra emergencia nacional a la isla caribeña.
Si no lo hace, sería la única nación del mundo con sanciones derivadas de esta normativa, que en el pasado también fue aplicada a países como Corea del Norte, China, Vietnam o la Alemania nazi.
Pero analistas consideran que es poco probable que esto suceda.
Estados Unidos ya retiró en mayo a la isla de su lista negra de países que patrocinan el terrorismo y hace dos semanas la excluyó de la de naciones con serios problemas de tráfico de personas.
Además, Obama pidió al congreso que inicie una discusión para levantar el embargo económico impuesto a Cuba en 1962.
Quedan pendientes otros temas complejos como el futuro de la base de Guantánamo y las compensaciones por las propiedades estadounidenses nacionalizadas por Fidel Castro en 1960.