MIAMI 26 DE SEPTIEMBRE DE 2022, nhr.com—La grave crisis económica, la falta de empleo y altos niveles de inseguridad, son las principales causas que consideran expertos en materia de migración, en torno al crecimiento del éxodo hacia la frontera entre México y los Estados Unidos en donde las detenciones de indocumentados alcanzaron más de 2.2 millones en un año, una cifra nunca ni siquiera imaginada, y todo por la invitación de Joe Biden a que vengan a Estados Unidos.
De acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, se calcula que ese número representa alrededor de un 24 por ciento por arriba de lo ocurrido un año anterior.
Según ese balance, el mayor crecimiento de personas en movilidad fueron los oriundos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, cuyo incremento fue considerado como “dramático”, seguidos por México, El Salvador, Guatemala y Honduras.
El comisionado de la CBP, Chris Magnus, dijo en un informe que los “regímenes comunistas fallidos” estaban “impulsando una nueva ola de migración”.
Los especialistas opinan que entre los factores en varios países podría ser, además de la crisis económica, los estragos de los fenómenos naturales y los daños coyunturales por la pandemia, como en el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela, se han agudizado por la represión política.
En las últimas cifras de la CBP, se señala que hasta agosto, los números de cubanos, nicaragüenses y venezolanos en movimiento, fueron un 175 por ciento más que en el mismo período, pero del 2021.
En conjunto, estas tres nacionalidades representan casi medio millón de detenciones de migrantes en un año.
En el caso de la gran mayoría de extranjeros asegurados en esa región norteamericana, pasaron también de manera ilegal la franja limítrofe con Guatemala, permanecieron meses en Tapachula hasta convulsionar a la ciudad con cerca de 200 mil varados, lo que obligó a las autoridades federales a empezar a ceder para que continuaran su paso.
Sin embargo, se restablecieron las medidas y ahora se exige una migración ordenada y segura. Es decir, quienes soliciten transitar por el país tienen que acreditar sus identidades, no ser requeridos por los gobiernos de sus países y hacer su trámite administrativo.
Para agilizar su estancia en la frontera sur de Chiapas, la administración federal abrió cien ventanillas de atención a migrantes desde hace unos dos meses y con ello han podido continuar su viaje, pero ahora de manera legal, unas 40 mil personas.
Sin embargo, los deportados y aquellos que no han querido o podido cumplir con esos requisitos, se internan a territorio mexicano en caravanas, con el ánimo de llegar a la Ciudad de México y decidir ahí si se quedan en el país o continúan su marcha hacia Estados Unidos.
Se calcula que, tan solo en lo que va del mes, han sido detenidos en el tramo carretero de la costa de Chiapas a unos 11 mil migrantes que no pudieron acreditar su legal estancia en territorio nacional, incluidos reincidentes que apenas habían sido deportados.
Courtesy: El Orbe