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MIAMI 11 DE DICIEMBRE DE 2020, — Ya que ahora está claro que la historia de Hunter Biden era real, con el propio Hunter reconociendo una investigación federal sobre sus impuestos, pesquisa que al parecer comenzó en 2018. prácticamente todo el establecimiento periodístico (la llamada Fake News) y que nosotros llamamos la prensa corrupta, difamaron al periódico New York Post, alegando que estaba transmitiendo la “desinformación” rusa o las fabricaciones partidistas.
Los medios políticos rápidamente comenzaron a sacar historias de proceso sobre la supuesta discordia en la sala de redacción del periódico neoyorquino y sobre los problemas con el informe. Al hacerlo, por supuesto, prácticamente no informaron sobre las acusaciones sustantivas de que la familia de Joe Biden había pasado años cobrando su influencia.
Las empresas tecnológicas, impulsadas por estos periodistas (Fake News) censuraron y cerraron el relato de uno de los periódicos más leídos de Estados Unidos para impedir que los usuarios leyeran la historia. Era algo que no tenía precedentes.
En ese momento, aquí en nelsonhortareporta.com sostuvimos que The NY Post estaba utilizando los mismos estándares éticos y periodísticos que los medios de comunicación han empleado durante décadas. Pero, en verdad, ejerció un nivel de profesionalismo más alto que la mayoría de los medios de comunicación que informaban sobre la histeria de colusión de Rusia durante más de tres años.
En octubre, el New York Times publicó un artículo con el titular, “New York Post Published Hunter Biden Report Amid Newsroom Doubts”, ( Informe de New York Post sobre Hunter Biden en medio de dudas en la sala de prensa) Hoy en día, el mismo Times informa que, “el equipo de Biden ha rechazado algunas de las afirmaciones hechas en los artículos del Post, pero no ha cuestionado la autenticidad de los archivos en los que se basaron”, hoy los medios corruptos se han tenido que meter la lengua en el culo.
La excusa del caso en contra de la difusión de la historia del Post fue que los correos electrónicos encontrados en el ordenador portátil de Hunter pueden no ser reales y que no había manera de autenticarlos.
Eso no era cierto, pero todo lo que los periodistas tenían que hacer, era hacer su trabajo, e investigar si era cierto o no, sin embargo, corruptamente negaron la veracidad, y no colocaron en sus espacios la historia, en otras palabras “le tiraron la toalla a Joe “10%” Biden y su hijito Hunter.
En octubre, sitios de izquierda estaban presentando titulares que decían: “Los medios estatales rusos están tratando desesperadamente de mantener vivo el caso de Hunter Biden” y “FBI examinando el portátil de Hunter como operación extranjera, contradiciendo a miembros de Inteligencia de Trump”.
Hoy conocemos que la misma investigación y que “la evidencia de la misma es lavado de dinero en la que Hunter Biden era una marca evidente de una serie de documentos que se hicieron públicos, pero que la prensa corrupta pasó en gran medida desapercibidos, en los días previos a las elecciones de noviembre”.
Ciertamente ahora está claro que muchas de las cosas que Tony Bobulinski, socio comercial de Hunter, afirmó una sola vez sobre la empresa empresarial Biden son ciertas.
El FBI no sólo está investigando los impuestos de Hunter, sino que al parecer también es un esquema de lavado de dinero y sus vínculos extranjeros con China. Bobulinski también alega que Joe Biden sabía de las operaciones de su familia, y que se benefició de ellas con un 10%. Si esto se dijera de Donald Trump o Ted Cruz o Marco Rubio, serían el foco de la cobertura frenética de la prensa corrupta.
En algún momento los medios se verán obligados a lidiar con la historia de Hunter Biden. Después de todo, ahora es el centro de una investigación del FBI. Ahora, ciertamente no estoy convencido de que la cobertura de la investigación habría cambiado el resultado de las elecciones presidenciales, la cuales estamos seguro que fueron robadas al presidente Donald Trump.
Pero estoy convencido de que los periodistas pensaban que el caso importaba, y por esta razón lo evitaron. Simplemente abdicaron de sus responsabilidades profesionales para ayudar a los demócratas porque muchos ya no se toman su oficio en serio. Eso, es un bochorno y un desastre potencial para la nación.