MIAMI 22 DE MAYO DE 2020, —En medio de una pandemia que ha dejado miles de muertos en el país y cientos de miles contagiados por el COVID-19, los residentes del sur de Florida nos despertamos hoy con el reporte de la temporada de huracanes hecho ayer por el Centro nacional de Huracanes.
El pronóstico del gobierno federal, predice una temporada por encima de la media, ofreciendo pocas esperanzas de un descanso de las fuertes tormentas en un año ya desafiante.
El pronóstico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica contempla seis a 10 huracanes, de los cuales tres a seis podrían alcanzar una mayor fuerza de huracanes. Un huracán mayor es aquel que alcanza al menos el estatus de Categoría 3, que requiere vientos de al menos 111 mph.
“El análisis de la NOAA de las condiciones atmosféricas actuales y estacionales revela una receta para una temporada activa de huracanes en el Atlántico este año”, dijo Neil Jacobs, administrador en funciones de la NOAA.
Una temporada promedio produce seis huracanes en el Atlántico, tres de los cuales alcanzan una gran fuerza de huracán. El año pasado seis huracanes, incluyendo el huracán Dorían, una tormenta que se convirtió en una de las más poderosas registrado y trajo daños catastróficos a las Bahamas.
NOAA dijo que hay un 60% de probabilidad de una temporada por encima de la media, un 30% de probabilidad de una temporada promedio y 0% de probabilidad de una temporada por debajo de la media.
El pronóstico de 2020, producido por el Centro de Predicción Climática de la NOAA, citó el agua inusualmente cálida en el Océano Atlántico y la probable ausencia del fenómeno climático llamado El Niño, que puede reprimir la formación de huracanes.
La predicción está de acuerdo con las previsiones de las universidades y los servicios meteorológicos privados, que dicen que esperan una temporada ajetreada. Pero habrá pronósticos adicionales emitidos antes del pico de la temporada, que va de agosto a octubre.
El Niño es el calentamiento ocasional del Océano Pacífico oriental que puede influir en los patrones climáticos mundiales. En el Atlántico, El Niño tiende a reprimir la formación de huracanes fomentando vientos cruzados de alto nivel que alteran la formación de tormentas tropicales y huracanes, impidiéndoles establecer su estructura característica.
También es posible la aparición del fenómeno de La Niña, un enfriamiento en el Pacífico que puede suprimir vientos cruzados de alto nivel, del viento, creando condiciones más propicias para la formación de huracanes, dijo Gerry Bell, pronosticador de la temporada de huracanes de plomo de la NOAA. Si a La Niña se desarrolla, dijo, el número de huracanes esta temporada podría estar en el extremo superior de la escala.