MIAMI 1 DE NOVIEMBRE DE 2021, nhr.com—Los amigos periodista del importante periódico El Orbe de Chiapa nos envían una información conmovedora sobre la caravana que salió hace mas de una semana desde la ciudad de Tapachula.
De acuerdo a la información que nos proporcionan los niños y mujeres de la caravana de migrantes que salieron ocho días atrás con destino a la frontera de México y Estados Unidos, han empezado a enfermarse, y lo mas terrible es que según denunciaron medios de comunicación, algunos de los afectados han solicitado ayuda médica al Grupo Beta, pero se la condicionan a cambio de que regresen a Tapachula y se queden en ese municipio.
Los padecimientos que han empezado a resentir, después de unos cien kilómetros de caminata bajo torrenciales lluvias y periodos de hasta 40 grados de temperatura, son fiebre abundante, deshidratación, dolor de cabeza, diarreas, raspaduras, esguinces, dolor de cabeza, gripa, tos, salpullidos, entre otros, y muchos estarán contagiados con el COVID-19.
Estos grupos de extranjeros llegaron durante el fin de semana provenientes del Acacoyagua, tras recorrer unos 15 kilómetros en unas cuatro horas logrando llegar a la comunidad de Ulapa, municipio de Acapetahua, donde descansaron en la plaza cívica, en los alrededores de cuatro calles, debajo de árboles, en las aceras de las viviendas, en las antiguas vías del ferrocarril, casas y la avenida principal.
Jesús González un niño venezolano que presentaba cuadros de deshidratación, desde la madrugada, su madre Andrea Pérez, solicitó la ayuda a las autoridades de Salud, sin que tuviera la atención.
Cinco horas después y ante tanta súplica, paramédicos de Protección Civil acudieron a revisarlo y lo trasladaron en una ambulancia al Centro de Salud de Mapastepec para su atención, junto a otros niños y una mujer.
“La ambulancia vino, le pedí ayuda, pero se fue y hasta ahora volvió a regresar, en el camino nadie nos ayudó con agua”, narró a los medios de comunicación, en un relato que no concuerda con el discurso oficial de “todo bonito”.
Estos padres deben ser detenidos por someter a sus hijos a esta situación tan delicada para la salud de un menor que no puede decidir por ellos mismos, algunas familias han solicitado la atención de los paramédicos mientras que descansan, ya que sufren de diabetes, presión arterial, enfermedades “crónico-degenerativas”, entre otras.
Cindy López, una migrante de Guatemala, dijo a EL ORBE que trae consigo dos niños caminando en la caravana, pero uno de ellos -de 8 años de edad-, ha enfermado de apendicitis y requiere atención médica.
La mamá del menor narró que su hijo, a pesar de contar con su tratamiento, ha buscado la manera de que se le atienda en todo el recorrido, pero no lo ha logrado.
“Tengo a mi hijo que enfermó. Las autoridades lo único que hacen es decirnos que nos ayudan, pero tenemos que regresar a Tapachula, y nosotros no queremos ir allá de nuevo”, reveló.
En torno a las enfermedades, supuso que la mayoría de los niños ahora tienen mucha diarrea, fiebre y dolor de cabeza, por el tipo de agua de mala calidad que están ingiriendo en el recorrido, además de la deshidratación.
FUENTE: EL ORBE / M. Blanco