MIAMI 9 DE JUNIO DE 2022, nhr.com—La captura de un sujeto armado que logro entrar en la casa del Juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh, es tan peligroso como los sucesos del 6 de enero que tanto cacarean los demócratas que han convertido el caso en un circo mediático con el objetivo de lograr que Donald Trump no se postule para la presidencia en el 2024.
Pero si este fuera una administración legal, ordenaría una investigación que comience por llamar a testificar al presidente del Senado Chuck Schumer hasta la exsecretaria de prensa de Biden Jen Psaki, ya que este sujeto no podría haber estado actuando por si solo.
La captura de Nicolas Roske en la casa del Juez Kavanaugh es muy peligroso, asesinando a un juez conservador, daría a Biden la oportunidad de nombrar a un juez liberal y eso le garantizaría a la izquierda la aprobación del aborto.
Haciendo historia esto es lo que dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, en las escalinatas de la Corte Suprema a los manifestantes contra el aborto en el 2020.
“Quiero decírtelo, Kavanaugh. Has soltado el torbellino y pagarás el precio. No sabrás que fue lo que te golpeó”, eso es una amenaza, pero no se ha investigado.
¿A alguien le sorprende que algún desquiciado buscador de gloria entendiera esas palabras como un llamado a la violencia contra el juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh?
Siempre habrá alguna persona desquiciada por ahí que responda a la llamada, pero a los demócratas no les importa. Sirve a su propósito, y saben que nunca tendrán que rendir cuentas porque controlan la narrativa.
Es ilegal protestar fuera de las casas de los jueces. Sin embargo, el fiscal general Merrick Garland permite protestas ilegales durante semanas frente a las casas de los jueces de la Corte Suprema y no ordena a que se arresten a esta claque.
A la entonces secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se le preguntó específicamente sobre las protestas fuera de las casas de los jueces y se negó a condenar nada de ellas, diciendo: “No tengo una posición oficial del gobierno de los Estados Unidos sobre dónde protesta la gente”.
La única explicación plausible es que el gobierno quería que los jueces fueran intimidados. Querían que temieran por sus vidas. Querían que supieran que el presidente y el Departamento de Justicia no los protegerían a ellos ni a sus familias. Querían crear una disuasión tan aterradora que los jueces se lo pensaran dos veces antes de desafiar a su régimen nuevamente.
Es muy peligroso estos momentos en que vivimos, atacar a los jueces de la Corte Suprema en sus propias casas, es algo similar que el ataque a la escuela de Texas hace dos semanas.
