MIAMI 8 DE MAYO DE 2020,—Dos periodistas del Washington Post que recibieron premios Pulitzer por sus investigaciones sobre el caso del Teniente Coronel Michael Flynn, deben devolver esos premios, ya que sus artículos fueron escrito bajo las mentiras y manipulación de los agentes corruptos del Buro Federal de Investigaciones.
Tal como adelantáramos la pasada semana, ayer el Departamento de Justicia indicó que había decidido desechar el caso penal contra el primer asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, Michael Flynn, desistiéndose de un asunto que el mandatario y sus partidarios enarbolaban para censurar la investigación del FBI sobre los nexos entre el equipo de campaña de Trump y Rusia.
El anuncio constituye un sorprendente revés para uno de los asuntos emblemáticos interpuestos por el fiscal especial Robert Mueller. Y tiene lugar pese a que los fiscales han insistido durante los últimos tres años que Flynn le mintió al FBI cuando esta agencia lo entrevistó en enero de 2017 sobre sus conversaciones con el embajador ruso.
Flynn mismo lo había admitido, declarándose culpable, aunque después pidió cancelar esa postura, y se convirtió en un cooperador crucial para Mueller mientras éste investigaba los vínculos entre Moscú y el equipo de campaña de Trump en 2016.
La decisión de ayer fue elogiada de inmediato por el presidente Donald Trump, quien califico de “indignante”, la investigación manipulada del FBI contra Flynn.
Los demócratas ahora descaradamente han incrementado las quejas de que el secretario de Justicia, William Barr, es excesivamente leal al presidente, y podría ser una distracción para un Departamento de Justicia que desde hace meses ha intentado enfocarse en delitos derivados del coronavirus.
Poco antes de que se presentara la moción correspondiente, Brandon Van Grack, integrante del equipo de Mueller y experimentado fiscal del caso, se retiró de la parte acusadora, en un posible indicio de su desacuerdo con la decisión.
Después del anuncio sobre Flynn, Trump declaró que su excolaborador ha sido “inocente” desde el principio. Acusó a funcionarios del gobierno de Barack Obama de atacar específicamente a Flynn y dijo esperar “que la paguen muy caro”. En un momento dado fue más allá y señaló que el intento para investigar a Flynn “es una traición. Una traición”.
En los documentos incoados el jueves, el Departamento de Justicia dijo que, después de revisar información revelada recientemente y otros materiales, coincide con los abogados de Flynn de que la entrevista que le hizo el FBI jamás debió haber tenido lugar porque el funcionario no tuvo contactos inapropiados con los rusos. La entrevista, dijo el departamento, fue “efectuada sin ningún fundamento legítimo de investigación”.