MIAMI 2 DE FEBRERO DE 2022, NHR.COM—La plataforma de noticias cubanas 14 y medio esta reportado hoy que pese a la represión en Cuba, las protestas siguen.
La represión creciente en Cuba no ha detenido las manifestaciones en contra del Gobierno. Según el último informe del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC), en enero ocurrieron un total de 275 protestas, la mayoría de las cuales (175, un 64%) por motivos políticos y, dentro de ellas, 160 relacionadas con los presos por las manifestaciones del 11J.
“Esto es altamente significativo si se tiene en cuenta que desde el 11 de julio de 2021 la sociedad cubana sufre un terror estatal de extensión, brutalidad y magnitud desconocida antes de la mayor rebelión nacional”, detalla el OCC en el reporte. “Como evidencian los juicios en marcha, cualquier participante pacífico en una protesta –aunque sea menor de edad y solo la haya expresado en las redes sociales puede ser condenado a entre 5 y 20 años de prisión”, dice el informe.
Estas protestas, explica el Observatorio, se han manifestado sobre todo en “acciones individuales o de pequeños grupos”, como pintar grafitis y carteles, hacer misas o transmitir en redes sociales videos y fotos. Esta estrategia tiene el objetivo, discurre la organización de seguir teniendo “visibilidad e impacto”, pero limitando “el riesgo de sus ejecutores frente a la represión”.
La ONG con sede en Miami compara también estas cifras con las de junio de 2021, cuando se produjeron 249 protestas. “El número de protestas mensuales es un indicador de gobernabilidad, pero el contexto psicológico y material en que ocurren es lo que les atribuye gravedad inmediata”, argumenta el Observatorio, que asegura que “la hiperinflación que pronostican los economistas es mal augurio” para el Gobierno en este 2022.
El pasado mes, las protestas por razones económicas y sociales alcanzaron el centenar. Estas se concentraron, detalla la organización, en las “consecuencias inflacionarias” de la llamada Tarea Ordenamiento y en las “denuncias” del conglomerado militar GAESA, cuyo rostro, el del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, ha quedado al descubierto para los cubanos, según el OCC, pero también en la inseguridad ciudadana y la violencia doméstica.
A este respecto, el informe destaca la “ola delincuencial” que padece la Isla, ejemplificada sobre todo en numerosos robos denunciados en redes sociales y prensa independiente, cuya contención “el Estado parece no poder o no estar interesado en priorizar”.
El OCC destaca la victoria de dos de las protestas de enero: una, en Santiago de Cuba, donde cerraron un centro de nefrología infantil y asignaron el inmueble a “una persona o entidad no identificada”, que se saldó con la devolución de la casa al Ministerio de Salud Pública, y la otra la respuesta del mismo ministerio para mejorar la situación y el suministro en el Hospital Clínico Quirúrgico de La Habana luego de la aparición de denuncias en la prensa independiente.
“Las acciones y omisiones gubernamentales fragilizan aún más la gobernabilidad en lugar de reforzarla”, opina el Observatorio, que asevera que “imponer un sistema de terror, endurecer el código penal, continuar limitando el emprendimiento privado y aumentar los controles de la producción de alimentos están profundizando la conflictividad”. Así, concluye: “Las protestas apenas constituyen la sintomatología de la enfermedad sistémica que consume a la sociedad cubana”.