MIAMI DICIEMBRE 14 DE 2021, nhr.com—Por primera vez en la historia moderna, los votantes republicanos registrados superan en número a los demócratas en nuestro estado de Florida, y ahora el gobernador republicano Ron DeSantis se dirige a una campaña de reelección impulsada por un perfil nacional y una reserva de efectivo sin igual para ningún rival demócrata. Y los republicanos controlan prácticamente todo el gobierno estatal.
Cuando los demócratas se reunieron recientemente para su conferencia anual de estrategia, Annette Taddeo, una senadora estatal demócrata que se postula para gobernadora, dijo que había una clara sensación de las dificultades que se avecinaban para el partido.
“Por supuesto, esta lucha no será fácil, pero se trata de mucho más que cualquiera de nosotros, y como demócratas de Florida, hemos perdido tantas veces que los donantes y los expertos se han rendido ante nosotros”, dijo Taddeo. Pero, agregó, “creo y sé que podemos ganar si creamos la coalición de votantes que se necesitan para ganar en un estado donde estas decisiones se toman por el 1% o menos”.
Con las elecciones de 2022 acercándose, los demócratas se enfrentan a una serie de desventajas mientras trabajan para reconstruir las redes de campaña y tratar de reavivar la emoción en su partido. Existe una creciente preocupación de que los grandes donantes y el ala nacional del partido puedan considerar a Florida como territorio republicano después de años de pérdidas contundentes.
“En el estado actual de la política estadounidense, y especialmente en un estado con tantos mercados de televisión importantes y centros de población, vas a necesitar más ayuda”, dijo el representante estatal democrata Evan Jenne. “No es como si los floridanos no pudieran ser influenciados de una manera u otra. Necesitamos más coordinación con el partido nacional”.
La Asociación de Gobernadores Demócratas se ha enfurecido ante las afirmaciones de que ha cedido Florida a los republicanos. Un portavoz dijo que el grupo está construyendo su infraestructura de elecciones generales, con inversiones en medios y mensajería. El Comité Nacional Demócrata está intensificando los esfuerzos de organización en el estado.
“Florida es un campo de batalla competitivo en 2022, y la DGA ha hecho de derrotar a DeSantis una prioridad. Es por eso por lo que ya hemos comenzado a invertir en Florida y estamos trabajando con nuestros candidatos para asegurarnos de que tenemos lo que se necesita para enfrentar a DeSantis el próximo otoño”, dijo Marshall Cohen, director político del grupo de gobernadores.
Los republicanos de Florida vienen de una serie de victorias que incluyen las dos campañas presidenciales de Donald Trump, y han sido agresivos en la organización a nivel local, especialmente a medida que DeSantis ha ganado popularidad debido a su oposición a los bloqueos y mandatos del coronavirus.
“No desmantelamos ninguna operación; por el contrario, continuamos construyendo sobre ellos”, nos dijo Helen Aguirre Ferré, directora ejecutiva del Partido Republicano estatal. “El poder es de abajo hacia arriba. No es de arriba hacia abajo, y ese sigue siendo nuestro gran compromiso”.
Algunos han señalado que puede haber dudas para que los donantes demócratas inviertan dinero en Florida dado el historial del partido, más recientemente en 2020, cuando Trump llevó el estado y los republicanos ganaron escaños adicionales en la casa de gobierno y en el Congreso, a pesar de una infusión de $ 100 millones por parte del ex alcalde de la ciudad de Nueva York Mike Bloomberg.
DeSantis anunció el mes pasado que los republicanos habían obtenido una ligera ventaja sobre los demócratas en el número de votantes registrados por primera vez en la historia del estado. Durante la última década, los republicanos habían ido ganando lentamente a los demócratas, y DeSantis y los republicanos habían hecho un impulso sostenido en el registro.
Las cifras más actualizadas de la agencia electoral estatal muestran 5,120,076 republicanos registrados y 5,095,008 demócratas. Al mismo tiempo, el número de votantes no afiliados ha aumentado a 3,8 millones. DeSantis ganó el cargo en 2018 por un margen de unos 32,000 votos después de un respaldo clave de Trump, en un año en que los demócratas superaron en número a los republicanos por más de 250,000 votantes registrados.
“Los votantes de Florida están eligiendo al Partido Republicano sobre el Partido Demócrata porque valoramos la libertad y rechazamos el control del gobierno liderado por los demócratas. Este momento histórico refleja años de arduo trabajo, combinado con el éxito de nuestras políticas conservadoras de sentido común”, dijo DeSantis en un correo electrónico anunciando los números de registro de votantes.
Aun así, la estratega republicana Susie Wiles dijo que es importante que el Partido Republicano continúe organizándose y sea optimista sobre el registro de votantes.
“La suposición de que es un estado confiablemente rojo es una que nunca se debe hacer porque el estado es tan dinámico, tanta gente nueva que se muda dentro y fuera, y es solo una base de población muy diversa que está cambiando todo el tiempo”, dijo Wiles, quien dirigió las campañas de Trump en Florida, y agrego, “simplemente no creo que nosotros, como republicanos, debamos detenernos, y la buena noticia es que no lo hemos hecho en la última década”.
Steve Schale, un estratega político que ayudó al demócrata Barack Obama a ganar Florida dos veces en sus elecciones a la Casa Blanca dijo que los esfuerzos de registro demócrata se han centrado principalmente en las carreras presidenciales. Pero Schale dijo que el partido podría beneficiarse de una organización sostenida, particularmente en las comunidades hispanas en el sur de la Florida que ayudaron a Trump a ganar Florida el año pasado por un margen aún mayor que en 2016.
Manny Díaz, presidente del Partido Demócrata de Florida, reconoció que los demócratas no habían sido tan agresivos en el registro de votantes en años anteriores, aunque agregó: “Tenemos más personas de las que hemos tenido en el terreno en este momento”. También cuestionó la idea de que el partido nacional estaba haciendo que el estado fuera menos prioritario y minimizó el cambio en los votantes registrados como un “juego de concha” de mantenimiento de registros de designar a los demócratas como votantes inactivos.
