Esta noticia no la leerá, verá ni escuchará en ninguno de los canales, periódicos o programas de radio liberales de Miami
MIAMI 18 DE OCTUBRE DE 2022, nhr.com—Siempre hemos criticado al famoso Comité de la Cámara de Representante que investiga las alegaciones de una supuesta insurrección contra el Capitolio el 6 de enero del 2021, hemos dicho también que es un circo montado con el solo hecho de desviar la atención a todos los errores de la administración del Joe Biden y atacar al presidente Donald Trump con la finalidad de evitar que se postule en el 2024.
Y ahora son los agentes del FBI preocupados por la situación presentada por el elenco de ese comité que se niegan procesar a los presuntos atacantes, alegando que lo que hicieron no fue más que delitos menores.
Fue la cadena NBC News la que informó que un ex funcionario del FBI envió una carta a Paul Abbate, quien ahora es el funcionario número 2 en la oficina.
Según el exfuncionario que habló con NBC News, los agentes en las oficinas de campo no creen que procesar a los acusados del 6 de enero sea tan importante, aunque lo están haciendo de todos modos presionado por la Casa Blanca.
“Resistencia que no equivale a un rechazo rotundo, sino más bien a quejarse del enfoque del 6 de enero, cuando muchos de los casos procesados son delitos menores”, dijo el exfuncionario. “Este funcionario nos dice que la violencia de las protestas de Black Lives Matter no se está tomando tan en serio como el ataque del 6 de enero” y las de BLM fueron peores.
Mientras tanto, el director del FBI, Christopher Wray, está siendo criticado por mentir al Congreso sobre lo que sabía de las amenazas antes del 6 de enero que se reveló en la audiencia pública del jueves que el FBI, el Servicio Secreto, el Servicio del Alguacil de los Estados Unidos y la Casa Blanca fueron informados sobre la violencia planeada para el 6 de enero.
Frank Figliuzzi, un ex funcionario del FBI, se ha estado, esperando que se presenten todos los hechos. Eso ha terminado en las últimas semanas, y se está destacando la “crisis de credibilidad” bajo la cual está sufriendo el director del FBI.
También señaló una especie de temores, mientras “que los líderes más importantes del FBI e incluso de otras agencias de inteligencia continuamos conociendo todos los días, quién sabía qué y cuándo y que era mucho más de lo que pensábamos que sabían en el momento del 6 de enero. Me temo que esos líderes no están comprendiendo la gravedad de este momento en términos del futuro de sus organizaciones. Lo que quiero decir con esto es que es hora de una transparencia completa. Es hora de salir y decir que dejamos caer esta pelota y he aquí por qué”.
Señaló que tanto Wray como el jefe del funcionario de Washington Field le dijeron al público que carecían de inteligencia específica antes del 6 de enero. La realidad es que no solo lo sabían, sino que estaban informando a la comunidad policial dos horas antes del 5 de enero.
Figliuzzi continuó diciendo que siempre presta mucha atención a Wray cuando testifica y que no ve las respuestas completas y receptivas que espera de Wray.
“Si las pautas del fiscal general para llevar a cabo investigaciones de terrorismo doméstico deben cambiarse, dígalo. Pero no lo ha dicho”, continuó Figliuzzi. “Si dejaron caer la pelota porque alguien en la Casa Blanca les dijo que no tomaran medidas para mejorar la seguridad en el Capitolio. No golpees tus puños sobre la mesa para que la policía del capitolio haga algo.
El ex abogado del FBI Andrew Weissmann dijo que la respuesta del 6 de enero ha sido un marcado contraste con las protestas de Black Lives Matter que ocurrieron durante el verano de 2020, en las que Wray, el fiscal general adjunto y el fiscal general afirmaron, que los delitos criminales “estaban por todas partes”.
El subdirector del FBI dijo que fue el evento de terrorismo doméstico más significativo que ha enfrentado la oficina del FBI.
Según recordó Andrew Weissmann. “Esa fue la protesta de Black Lives Matter. Y sin embargo, cuando ocurrió el 6 de enero, el FBI realmente estaba dormido en el interruptor y no fue una falla de inteligencia. Fue una falta de acción sobre la inteligencia que tenían y encuentro que el testimonio de Chris Wray fue exactamente lo que no se quiere de los funcionarios públicos. Carecía de franqueza y plenitud al decir qué sabían exactamente y dónde estaban sus fracasos. ¿Cómo esperas que una institución mejore y se asegure de que esto no vuelva a suceder si no tienes líderes que estén dispuestos a reconocer lo que salió mal y descubrir cómo solucionarlo?”.
Wray ha estado volando bajo el radar y negándose a decir nada sobre el 6 de enero, incluso cuando se trata del propio FBI y las sensibilidades de los agentes que apoyan el ataque.
