MIAMI 22 DE JULIO DE 2024, NHR.COM—Michael Corleone después de la muerte de su padre Vito Corleone, se convierte en el Padrino y ordena ajusticiar a los mafiosos de familias rivales y en la secuencia de la clásica película se ve cuando Michael, convertido en el padrino y durante el bautizo de su hijo, se le va comunicando uno a uno los asesinatos de los que el ordenó dar de baja.
Esa escena me recuerda la escalofriante noticia que hemos escuchado en los últimos días, de como el personaje exitoso en el mundo de la construcción de viviendas Sergio Pino serenamente trataba de envenenar –primero—a su esposa Tatiana y al fracasar, encargaba el “trabajo de asesinarla” a dos equipos diferentes grupos de asesinos a sueldo.
Pino, mientras dirigía un imperio de construcción de viviendas y desarrollo comercial, también estaba organizando para que dos grupos de delincuentes mataran a su esposa antes de que se pudiera finalizar su divorcio, eso es lo que afirman las declaraciones juradas federales.
El motivo, dijo uno de los acusados al FBI, fue que Tatiana Pino no aceptaría sus 20 millones de dólares para poner fin a un matrimonio de 32 años que había acumulado hasta el 2022 un patrimonio neto que los registros judiciales de divorcio cifraban en 153 millones o 359 millones de dólares.
Según lo ven las autoridades federales, todos los caminos de la investigación conducían a Pino. “Además del presunto papel de Sergio Pino al frente de este plan”, dijo el agente a cargo del FBI en Miami, Jeffrey Veltri, “nuestra evidencia ha demostrado que contrató y dio órdenes a equipos del asesinato, había al menos dos equipos distintos involucrados”.
Incluso antes de que ella solicitara el divorcio en abril de 2022, el FBI alega que Pino estaba tratando de envenenar a su esposa con fentanilo. “Primero, intentó envenenarla durante un período de tiempo”, dijo el fiscal federal Markenzy Lapointe.
“Cuando eso fracasó, le puso un contrato en dos ocasiones distintas, contratando grupos separados de sicarios para hacer el trabajo”.
Los asesinos y el complot.
Las denuncias penales describen una red enmarañada de hombres previamente condenados por delitos graves como secuestro, intento de asesinato, robo a mano armada, tráfico de drogas y otros delitos.
Y fueron contratados por dos intermediarios que tenían vínculos directos con la casa de los Pino frente al mar de 8 millones de dólares, dijo el fiscal Lapointe.
“Las personas que en realidad lideraban esos equipos tenían algún tipo de relación especial con el Sr. Pino”, dijo.
El primer equipo estaba formado por cuatro hombres arrestados en marzo, ellos son, Bennett, Michael Dulfo, Jerren Howard y Edner Etienne.
Actualmente no están acusados de asesinato, sino de incendio intencional (después de que se incendiaran autos frente a la casa de la hermana de Tatiana Pino) y por acecho.
Eso también incluye el incidente de agosto de 2023, cuando el coche de Tatiana Pino fue embestido cuando regresaba a casa después de “una audiencia judicial de divorcio muy importante”, dijo su abogado, Raymon Rafool.
“Una audiencia que se había programado desde hacía mucho tiempo, por lo que se conocía el momento, la fecha, o sea se sabía todo”, dijo Rafool, incluido el paradero de Tatiana.
De acuerdo con el Buró Federal de Investigaciones, Tatiana Pino reconoció a Bennett durante el interrogatorio del FBI como trabajador del lujoso yate de Pino.
El martes, un francotirador del FBI abordó la embarcación para vigilar la parte trasera de la casa mientras los miembros del Team Táctico SWAT entraban.
Según la denuncia federal, Fausto Villar es el hombre que Sergio Pino contrató para liderar el segundo equipo. Las investigaciones revelaron la conexión entre Villar y Pino.
En mayo de este año, Pino presentó un aviso de inicio ante el secretario del condado nombrando al contratista que estaba reparando el techo de la casa como Evalution Roofing LLC.
Esa empresa es propiedad de la esposa de Villar. Villar ahora está acusado de asesinato a sueldo, junto con Avery Bivins, con quien Villar pasó un tiempo en la prisión estatal hasta 2016.
Villar, de 42 años, cumplía siete años de prisión por un robo a mano armada que cometió con su primo, un exoficial de policía de Miami-Dade, en 2010. Ellos ayudaron a un corredor de apuestas a recuperar $130,000 en ganancias en efectivo de un hombre al que siguieron desde las oficinas del corredor de apuestas y, usando el coche de policía del primo, se detuvo y “confiscó” el dinero en efectivo.
Bivins, de 34 años, estaba cumpliendo una condena de 15 años por intento de asesinato y robo a mano armada. Bivins le dijo al FBI que Villar lo reclutó para reunir lo que llamaron el segundo equipo de asesinato para eliminar a Tatiana Pino por 300,000 dólares.
Ese equipo supuestamente incluía a Diori Barnard, cuya sentencia de cinco años por robo también coincidía con la de Bivins y Villar, el ladrón Clementa Johnson y Vernon Green, previamente condenado por robo a mano armada e intento de asesinato.
Fue Green, según dicen las denuncias penales, quien jugó un papel clave el 23 de junio, un día antes de la fecha límite fijada por Pino para cometer el asesinato. Esa tarde, los miembros del segundo equipo siguieron a Tatiana Pino una vez más a su casa y, cuando ella se detuvo en el camino de entrada, Green salió de un camión armado y corrió hacia su auto, con arma en mano, pero Tatiana al ver al sujeto con la pistola en sus manos tocó la bocina de su auto y condujo apresuradamente hacia un área de estacionamiento trasera y logró entrar corriendo a la casa.
Su hija mayor al escuchar el ruido salió y Green sostuvo su arma a centímetros de la cabeza de la joven y le ordenó que regresara a la casa, afirma la denuncia.
Luego, supuestamente, Green huyó hacia el camión, que se alejó a toda velocidad, donde aparentemente había un cómplice.
Hasta ahora, los registros públicos muestran que sólo Villar y Bivins enfrentan cargos de asesinato a sueldo, mientras que otros están acusados de diversos delitos, incluidos incendio provocado y conspiración para acechar.
Pero, según señaló el fiscal Lapointe el martes pasado, “esta es una investigación en curso en lo que se refiere a qué cargos se han presentado y qué cargos se pueden presentar más adelante, y si pudieran haber más implicados”.
Las autoridades estaban “preocupadas por el nivel de desfachatez” ya que el único hombre que escapó de los cargos fue Sergio Pino.
El fiscal federal jefe dijo que era implacable y sabía que las autoridades estaban tras él. “Eso no le molestó en absoluto”, dijo Lapointe. “De hecho, las fuerzas del orden, en la medida en que podamos discutir esto, se sintieron algo perturbadas por el nivel de sangre fría que tuvo”.
La semana pasada, Rafool, el abogado de divorcios de Tatiana Pino, dijo que vio de cerca la arrogancia de Pino. “Así que a veces el dinero o el poder o cualquier otro tipo de influencia ponen a las personas incluso en contra de aquellos a quienes amaron en algún momento o aman”, dijo.
El prominente abogado penalista de Sergio Pino, Sam Rabin, dijo que confiaban en haber podido defender con éxito los cargos que estaban a punto de presentarse contra de su cliente.
Pero, el martes pasado cuando un equipo SWAT del FBI se acercó para arrestar a Pino por cargos de asesinato a sueldo.
En lugar de ser detenido, el líder del grupo Century Homebuilders, de 67 años, se disparó fatalmente en su habitación de la segunda planta de su mansión de Cocoplum. Fue el final de su papel en la siniestra historia de su plan de asesinato pagado para acabar con la vida de su esposa Tatiana Pino, y donde hasta su propia hija pudiese haber sido ejecutada.