• La victoria del gobernador Walker frente al revocatorio ideado por los gremios obreros es una señal más de su decadencia
MIAMI, 8 DE JUNIO DE 2012, NHR.com—Los sindicatos americanos fueron creados para ayudar a la clase trabajadora y en los años 50 se encontraban entre las organizaciones más poderosas en los Estados Unidos.
Hoy, sin embargo, su poder es bstante cuestionado sobre todo después de los resultados del referendo revocatorio efectuado en Wisconsin, donde los sindicatos perdieron la batalla por destituir al gobernador Scott Walker. La victoria de Walker significó un rechazo al poder de los sindicatos, que precisamente organizaron el referendo porque el gobernador había emitido una legislación para restringir los poderes de negociación de los sindicatos públicos.
Según una encuesta de la Universidad de Marquette, un 75 por ciento de los votantes de Wisconsin favorecieron un aumento en las contribuciones de los empleados públicos y pensiones, también mostró que el 55 por ciento estuvo de acuerdo en limitar la negociación colectiva para los empleados públicos y solo un 41 por ciento se opuso.
Los empleados públicos insisten en que el pago de la membresía que se le reduce del cheque y es enviado directamente a los sindicatos, en la práctica es un mecanismo involuntario para transferir su dinero al Partido Demócrata.
La ley del gobernador Walker terminó con esta práctica y dio a los empleados públicos la posibilidad de pagar o no su cuota a los sindicatos, Los miembros de AFSCME, que es el gran sindicato del estado, disminuyó su membresía de 62,818 a 28,785, y se espera que después de la abrumadora victoria de Walker más empleados públicos se alejen del sindicalismo.
Por otra parte, un artículo aparecido en el Wall Street Journal, firmado por Kris Maher, señala que los sindicatos a nivel nacional han perdido un 10 por ciento de sus miembros en el sector privado, la mayor cantidad en más de 25 años. La caída es a la par con la caída en los empleos totales, pero al mismo tiempo amenaza con limitar significativamente la capacidad de trabajo para influir en las elecciones y legislaciones.
La pasada semana el departamento del Trabajo informó que los sindicatos del sector privado perdieron 834,000 miembros.
Expertos laborales han advertido que las pérdidas de membresía tendrá un impacto a largo plazo sobre los sindicatos y sus finanzas, porque los miembros no serán recuperados automáticamente una vez que se recupere el mercado de trabajo. En muchos casos se crearán nuevos puestos de trabajo en compañías no sindicalizadas. Y la mala noticia para los sindicatos es doble, cuando los tiempos son malos, pierden a sus miembros, y cuando los tiempos son buenos no recuperaran a esos empleados.