• Exige aclaraciones sobre la sospechosa futura mezquita en medio de Westchester
MIAMI, 21 DE MAYO DE 2012, NHR.com—En Westchester continúa en la oscuridad la verdad que encierra en su interior la edificación que a toda luz parece ser futuro hogar de una mezquita.
En ediciones anteriores, NHR.com ha resaltado lo que se considera la complicidad de funcionarios del departamento de Zonificación del Condado Miami-Dade al permitir la construcción de este edificio en medio de un reparto de casas modestas unifamiliares, sin consultar con los residentes como especifican las reglas.
De acuerdo con los reglamentos, cuando se entregan planos para realizar la construcción de una edificación que no reúna el mismo diseño de las que están fabricadas en ese vecindario, hay que llamar a reunión pública de los vecinos, allí se les explica, se discute con ellos y se determina si se puede construir tal como se ha planeado o si se deben hacer modificaciones a los planos. En el caso de la misteriosa residencia ubicada en el 4260 de la calle 111 del suroeste (SW ) no ocurrió así.
Según NHR.com ha podido conocer, el comisionado Javier Souto, que representa ante la Junta de Comisionados del Condado al distrito donde está enclavada la edificación, le envió una carta al alcalde condal Carlos Giménez, quejándose de las irregularidades que rodea a ese proyecto y mencionando hasta una posible conspiración de parte de la oficina de Charles Danger, desde donde avisaron al contratista de la controversial obra sobre las intenciones del comisionado Souto de colocar en la agenda de la comisión la discusión sobre la construcción de la sospechosa mezquita.
De acuerdo con la carta enviada por Souto a Giménez, el comisionado se queja de “la total falta de respeto de miembros del equipo de trabajo de aquél para con la comunidad que él representa y hacia él mismo, que ha sido la persona electa para representar a los residentes del distrito 10”.
En otra parte de la carta, el comisionado Souto critica al director de Zonificación, Charles Danger, por el grado de sarcasmo en sus palabras frente a los comisionados el pasado martes 15, cuando manifestó que “este mismo empleado envió a Pedro Estopiñán, uno de sus asistentes, el lunes 14 en sus horas libres y en su automóvil particular a reunirse con el dueño y el contratista de la casa en construcción para ponerlos en aviso de que yo (Souto) coloqué en la agenda la discusión sobre la controversial obra”.
En el documento, el comisionado Souto utiliza fuertes palabras cuando le dice al alcalde Giménez que “estas prácticas están en violación de los derechos constitucionales a la privacidad de los residentes, y los inspectores de este departamento están sistemáticamente violando esos derechos constitucionales de estos dueños de propiedades, por orden directas de sus supervisores”.
El comisionado Souto termina diciéndole a Giménez que “la comunidad, los votantes de su distrito y los comisionados merecen respeto, y si los inspectores no lo hacen, “están violando derechos civiles, además de otras leyes estatales y federales”.