MIAMI 15 DE JUNIO DE 2015, nhr.com– El calor de su hija fue lo único que le quedó a la joven madre Rosa Dina Hernández (33), quien perdió su pequeña casita de madera ubicada en la colonia Plan de Los Pinos de Tegucigalpa, a causa de las fuertes lluvias que azotaron a la capital la tarde del sábado anterior.
Durante la mañana de ayer decenas de familias de ese sector y la Residencial Honduras trataban de recuperarse del tremendo susto que pasaron por la tormenta que según el Servicio Meteorológico Nacional, fue una de las más intensas de la temporada en la capital, dejando un acumulado de unos 80 milímetros de agua.
El problema se generó por la quebrada “Los Pinos”, debido a que en la parte baja se cayó el vado que comunicaba al sector “D”, provocando que se obstruyera el embaulado que cruza por debajo de la residencial Honduras hasta salir a la colonia Jacaleapa.
A uno pocos metros de ese lugar estaba la casa de Rosa Dina, quién hace unos meses había comprado el derecho del terreno a los dirigentes de una invasión que recientemente se formó a inmediaciones del campo de fútbol.
Las embravecidas aguas comenzaron destruyendo una línea de negocios y cuartos de madera ubicados frente a la terminal de buses donde unos conductores lograron rescatar a una niña de nombre Nazaret Martínez de seis añitos, cuando la corriente se la llevaba.
“Perdí como 200 mil lempiras, toda la pulpería me la llevó la quebrada, necesito que me ayuden a recuperarme”, pidió la señora Amalia Matamoros, con lágrimas en su rostro cuando algunos vecinos le ayudaban a limpiar los escombros.
En esa misma línea de casitas de madera vive doña María Delia Martínez, quien rogó a las autoridades de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) o del Gobierno de la República que les ayuden a reconstruir sus viviendas porque son personas de escasos recursos y lo perdieron todo.
Al menos unas 45 personas de este sector se convirtieron en las primeras damnificadas de la capital por el temporal lluvioso, quienes fueron trasladadas a la escuela Melida de Jesús Muñoz Jiménez, debido a que el techo del centro comunal fue destruido por la caída de un árbol.
En este centro educativo permanecer mujeres, hombres, adultos mayores y niños recién nacidos que ocupan leche, alimentos, frazadas y ropa debido a que lo perdieron todo y sus casas quedaron destruidas. En la residencial Honduras el agua causó estragos especialmente en la segunda etapa donde los carros navegaron en los represamientos, en algunas casas las filtraciones alcanzaron la altura de un metro y los centros educativos perdieron hasta la merienda escolar.
Ayer los dueños de vehículo trataban de rescatarlos y otros vecinos buscaban ayuda para limpiar el lodo y lavar sus casas, pero no tenían agua limpia, demandando al Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) que los abasteciera.
La directora de la escuela República de China Taiwán de ese sector, Nidia Hernández, lamentó que perdieron todos los archivos, el aula de computación y el material didáctico, solicitando a las autoridades municipales mejorar los desagües en la zona.