• Se torna en incosteable debido a un abuso tan grave como el que afecta al Medicare y el Medicad
MIAMI, 30 DE JULIO DE 2012, NHR.com—El programa creado por el gobierno federal para otorgarle teléfonos celulares a las personas de bajos recursos, podría estar a punto de ser revisado si progresa una iniciativa en el Congreso.
Según NHR.com ha podido conocer, son tantas las irregularidades que se ha encontrado en todo el país, que el representante republicano por Arkansas, Tim Griffin, estaría a punto de gestionar una ley que desconecte a los abusadores de este servicio.
El programa llamado “Lifeline”, un beneficio que el gobierno federal ofrece, suministrando teléfonos celulares a personas de bajos ingresos en toda la nación, se ha ido convirtiendo en incosteable debido a un abuso tan grave como el que afecta al Medicare y el Medicad.
En estados como Maryland y Minnesota se han detectado estafas por parte de las mismas personas que usan el servicio por ser de escasos recursos, principalmente en las barriadas afroamericanas. Resulta que se ha detectado a beneficiados que vendían sus teléfonos por $20 dólares y luego regresan con el pretexto de que se le había perdido, recibiendo entonces otro teléfono.
Solamente en el estado de Maryland, en el 2008, cuando comenzó el programa, se entregaron unos 6,000 celulares con un costo de un millón de dólares; en el año 2011 la cifra de celulares entregados pasaban de 231,000 y el costo había aumentado a 24 millones de dólares.
Muchos de los recipientes de celulares que decían los habían perdidos, declararon bajo el anonimato que los habían vendido a expendedores de drogas por 20 o 25 dólares.
En la Florida el programa del gobierno federal es mandatorio y es administrado por el estado, a diferencia de otros estados, a los que reciben el celular gratuito se le ofrece 250 minutos gratis y el cliente tiene la opción de comprar más minutos.
De acuerdo con el representante Griffin, el programa de celulares gratuitos cuesta 1 billón de dólares (mil millones) y piensa “ponerle fin a esto”.
“Yo creo que el gobierno federal no debe proporcionar teléfonos gratis, es un insulto a los contribuyentes de Estados Unidos y no se debe esperar a que la FCC, que está encargada del programa, haga alguna reforma realmente para parar los costosos abusos que han creado”, manifesto el representante Griffin.