• Llama la atención su ingenuidad ante lo que ocurre
MIAMI, 15 DE MAYO DE 2013, NHR.com—La administración de Barack Obama se encuentra envuelta en tres escándalos de grandes proporciones, el ataque terrorista y el encubrimiento de Benghazi, la investigación del servicio de Rentas Internas a organizaciones conservadoras como el Tea Party y ahora la agencia AP denuncia que el Departamento de Justicia de EEUU espió sus líneas telefónicas, dice el titular.
Sin embargo las escusas vuelan en todo Washington, desde la Casa Blanca se alega que en ninguno de los tres escándalos ha tenido participación el Presidente o desconocían que estaban ocurriendo o simplemente la culpa no es de la administración sino de algún personal de baja clasificación.
“Obama o es un presidente ingenuo, o todo su equipo realiza acciones por detrás de sus espaldas, o simplemente no está capacitado para ser presidente”, dijo una fuente con la que NHR.com habló.
El importante diario Washington Post lo clasificó de mentiras y le colgó “4 Pinochos” en un artículo de opinión.
El último de los escándalos tiene que ver con el acoso a la prensa por parte del Departamento de Justicia, específicamente a periodistas de la agencia Prensa Asociada, y como en las demás controversias, ni el presidente ni el propio secretario de Justicia “estaban envueltos”.
De acuerdo con AP, “los investigadores federales recopilaron información de al menos 20 de sus líneas telefónicas en abril y mayo de 2012 sobre las llamadas salientes desde sus oficinas en Nueva York, Washington y Hartford (Connecticut). No obstante, no se ha aclarado si también se registró la duración de las llamadas y los números entrantes”.
La agencia de noticias Associated Press ha denunciado en una carta al Departamento de Justicia el “intrusismo sin precedentes” de las autoridades federales por almacenar de manera secreta dos meses de registros telefónicos de sus reporteros y oficinas.
El congresista republicano por California Darrell Issa, presidente del comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, criticó a la Administración del presidente Barack Obama por las revelaciones de la agencia de noticias. “Los estadounidenses deberían tomar nota de que los funcionarios de alto nivel de la Administración Obama se ven a sí mismos por encima de la ley y están envalentonados por la creencia de que no tienen que responder ante nadie”, aseguró Issa en un comunicado.
Este escándalo obligó ayer al secretario de Justicia Erick Holderr a enfrentarse a los periodistas en una rueda de prensa en la que dijo que “no tuvo un papel directo en la revisión secreta por su departamento de los registros telefónicos de The Associated Press, pero consideró que esto es parte de una investigación sobre lo que calificó de una grave filtración informativa en materia de seguridad nacional”.
Holder dijo que se había apartado del asunto por el testimonio que dio ante el Congreso y sus conversaciones con la prensa sobre una investigación gubernamental que proporcionó información para un artículo de la AP que dio a conocer los detalles de una operación de la CIA en Yemen.
Holder dijo que fiscales federales están investigando el asunto.
También el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, salió rápidamente al paso a las críticas de la prensa y emitió un comunicado en el que afirmaba que “más allá de las informaciones periodísticas, no tenemos conocimiento alguno de ningún intento del Departamento de Justicia de buscar registros telefónicos de AP”.
Carney subrayó que la Casa Blanca “no está involucrada en ninguna decisión tomada en relación con investigaciones criminales, ya que esas cuestiones son manejadas de manera independiente por el Departamento de Justicia”.